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Entrenamiento con electroestimulacion muscular

Un poquito de historia

Aunque los orígenes más remotos podamos encontrarlos en el año 46 a.C., cuando se utilizaban peces eléctricos usados debajo del pie de los pacientes con gota, fue en 1970 cuando Kotz introdujo la electroestimulación muscular (EEM) en apoyo a otras metodologías para el entrenamiento de la potenciación muscular. El doctor Kotz demostró que la tensión muscular inducida por la EEM era un 30% superior a la producida voluntariamente. A partir de ahí los avances en este campo han sido constantes y los nuevos aparatos que se han ido desarrollando consiguen resultados extraordinarios en el entrenamiento muscular, pero siempre en conjunción con otros métodos más tradicionales.

¿En qué consiste la EEM?

El músculo puede ser estimulado de una manera endógena, o lo que es lo mismo, mediante contracciones voluntarias: el sistema nervioso central (SNC) envía unos impulsos eléctricos, los cuales son transportados por el sistema nervioso periférico hacia los músculos. Pero también se le puede estimular de una manera exógena, mediante la EEM, produciendo la acción del impulso eléctrico para excitar directamente el nervio, es decir, sin que lo genere el SNC.